lunes, 14 de mayo de 2012

El Villanovense de Pedro Sánchez de la Nieta vence al Puertollano de Limones


Derbi de daimieleños en Segunda B. Uno en en banquillo del Villanovense, Pedro Sánchez de la Nieta. El otro en la portería del Puertollano. Ganó el entrenador que fue recibido como un héroe en la casa de la que fue su equipo.

El Villanovense se apuntó a las rebajas del último tramo de Liga y se llevó un partido (1-2) que nadie parecía querer ganar, que nadie quiso jugar a lo grande y en el que el Puertollano acabó haciendo lo que durante todo el segundo tramo de la temporada: ofrecer al rival la oportunidad de mancillar sus números en casa.

Mientras tanto, el equipo de Pedro Sánchez de la Nieta, que finalmente queda octavo en la clasificación, demostró que ha llegado al fin de campeonato en una excelente forma, con resultados casi impensables una vez que, por primera vez, había confirmado que se quedaba en la categoría de plata y no tenía que regresar a Tercera División.

Se adelantaron los locales, que encontraron en Lolo Guerrero el impulso en propia puerta que necesitaban, pero un empate tempranero de Juanjo y un gol en los últimos minutos del veteranísimo Paulino ofrecieron al cuadro de Sánchez de la Nieta, exentrenador del cuadro manchego, la oportunidad de darle la vuelta al choque y llevarse la victoria.

DUDAS 
Fin de fiesta para uno y otro que nada se jugaban, con la seguridad del villanovense de continuar un año más en la Segunda División B, y con la incertidumbre de nuevo, un verano más, para un Puertollano que deberá esperar al 30 de junio para tratar de salvar los problemas económicos que pueden arrastrarle al abismo.
Si se lo hubieran permitido, Villanovense y Puertollano hubieran lanzado una moneda al aire antes del encuentro para resolver el resultado, hubieran anotado en un papel los goleadores que había que poner en el acta y se hubieran marchado a casa. Como la competición es, desgraciadamente, igual de larga para todos, el calendario obligó a ambos equipos a despachar un partido insulso que con el calor de la tarde puertollanera se convirtió en un trámite doloroso.

Ni siquiera en la segunda mitad, cuando el sol reinante dio un respiro, pudieron disfrutar los pocos aficionados que se dieron cita en el Cerrú de un partido que se descorchó muy pronto con dos goles del mismo equipo que subieron en distinto marcador, y que tras el golpe inicial perdió presión y burbujas.
Regaló Pizarraya a las primeras de cambio un control de los de inicio de temporada, cuando era un jugador desbordante y eléctrico, y durmió el balón a la vez que regateaba a su par, todo con un único toque.
El balón al área que llevaba marchamo de gol se encargó de rubricarlo el defensa villanovense Lolo Guerrero, sin querer, cuando corría hacia su portería con la ilusión de meter una pierna y salvar el tanto de Carrascosa. Logró lo segundo, porque el gol no fue del ariete: fue suyo.

FALLO LOCAL 
No acusó el golpe el Villanovense, también con la distensión propia del que nada se juega. Agarró, además, su oportunidad tras un error de la defensa azul. Una falta de entendimiento entre Raúl Aguilar y Juanlu obligó al central y capitán a sacar el balón por el costado, y en el saque de banda, después de un despeje timorato, Juanjo recogió el balón caminó hacia delante en medio de un tumulto que corría en la otra dirección. Se plantó solo ante Limones y le batió por bajo. Empate en dos minutos.

Durante el primer tiempo, no pasó nada más. Tampoco pasó mucho en la segunda mitad, en la que el calor sí que rebajó un poco y Del Olmo Codes se divirtió disparando algunas tarjetas para asegurarse de que el choque, sin una patada, llegaba al nivel de amonestaciones, o lo que es lo mismo, a lo que esperaba recaudar la Federación por los servicios prestados.

Las protestas surgieron porque el segundo gol del Villanovense nació de una interpretación del colegiado que aún descoloca: le sacó una amarilla a Juanfri por interrumpir un saque del Villanovense y minutos después, cuando Bezares hizo lo propio y mereció la segunda amarilla, dejó seguir.

GOL Y TRIUNFO
La jugada acabó con un centro de Juanjo que tocó en Raúl Aguilar y con una caña de Paulino en el segundo palo cuando nadie esperaba que alguien rematara. El segundo gol terminó de poner en sordina el partido, que murió en medio de interrupciones, poco fútbol y ausencia de tensión.

El Villanovense, en cualquier caso, había puesto broche de oro a una temporada ciertamente histórica, que nació con dudas pero que finalizó de la mejor de las maneras, con el equipo en números de fase de ascenso y con la afición entregada a la causa de un puñado de futbolistas que les han hecho muy felices.

Puertollano: Limones; Pedro Díaz, Checa, Raúl Aguilar, Juanlu; Santacruz, Juanfri, Valdivia (Elton, min. 41), Héctor (Reguero, min. 85), Carrascosa y Pizarraya.
Villanovense: Vilches; Trinidad, Javi Sánchez, Lolo Guerrero (Paulino, min. 71), Juli Serrano; Pajuelo, Cabrera (Anxo, min. 61); Oscar (Borja, min. 61), Bezares, Juanjo y Willy.
Goles: 1-0 (min. 7): Lolo Guerrero (propia puerta). 1-1 (min. 9): Juanjo. 1-2 (min. 87): Paulino.
Arbitro: Del Olmo Codes (andaluz). Amarillas a Juanfri, Pizarraya, Reguero; Bezares, Paulino y Lolo Guerrero.
Incidencias: Encuentro de la última jornada correspondiente al grupo IV de la Segunda División B Ciudad de Puertollano. Presencia de alrededor de 400 espectadores en las gradas.

elperiódicodeextremadura.com

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