El Daimiel ganó en Piedrabuena porque sacó la casta, no se arrugó y demostró que también sabe jugar al otro fútbol si el rival es lo que propone. El CD Piedrabuena-Daimiel fue un partido feo, enfollonado, con muchísimo que pitar, lleno de protestas, con un árbitro,
Corredor Dotor, con poca personalidad y al que tampoco le ayudaron sus asistentes... ni los jugadores. Tres expulsados, dos del CD Piedrabuena y uno del Daimiel, junto a un sin fin de amarillas, es el balance del colegiado, que tampoco dejó realizar el quinto cambio al Daimiel, que hubiese supuesto el retorno de
Raúl Martín, porque su asistente se equivocó y uno de los cambios del CD Piedrabuena se lo endosaba al Daimiel. Todo un "cacao maravillao" impresentable. Luego pidió disculpas (en el acta de internet no aparece ni uno de los cambios del partido). Un partido que se jugó al límite y donde, pese a su juventud, los blancos (de nuevo de morado) sacaron casta y un control de la situación fuera de lo normal para, insisto, un equipo plagado de juventud. Hubo guerra en El Olivar, y el Daimiel supo hacerla.
La principal novedad del Daimiel en este encuentro, almargen del retorno de
Moraga a la titularidad, fue la presencia de
Bernal en el once inicial para ocupar el puesto del sancionado
Rubio. No jugaba
Bernal de titular desde la primera jornada, ni tampoco lo hacía 90 minutos desde aquella primera jornada. Fue uno de los pilares de la victoria del equipo con una labor magistral. Lo mismo que
Ismael, partidazo en el centro del campo, y de
Eduardo, que volvió locos a los laterales, sobre todo cuando los daimieleños se quedaron con uno menos. Además se encuentra en estado de gracia y ya es el máximo goleador del Daimiel CF con cinco goles.
Golazo, otro, de Moraga
Con 4-2-3-1 en los dos equipos, pronto se vio que la solidez defensiva daimieleña iba a ser una de las claves para hacerse los tres puntos. El CD Piedrabuena se mostró batallador y con ganas, pero absolutamente inofensivo de cara a puerta, bien es verdad que por el trabajo inconmensurable de los daimieleños. Además todo se puso a pedir de boca en el minuto 8. Falta a unos cuatro metros de la frontal, ligeramente escorada a la izquierda del portero. Esa es la posición de
Moraga.
Zapatazo, toque en la barrera (lo suficiente para descolocar al meta) y adentro. Era el 0-1, y el cuarto gol de
Moraga, tercero de falta directa, en esta temporada.
Todo fue más fácil desde ese momento, entre comillas, porque dicho sea de paso el gol sentó mal en la parroquia y jugadores locales que pasaron a protestar absolutamente todas las decisiones del colegiado. Mediatizado por esto,
Corredor Dotor empezó a sacar tarjetas a diestro y siniestro, pero no supo parar el juego subterráneo, las provocaciones, las entradas... Pero, como he dicho, el Daimiel no se arrugó y entró al trapo. Hubo guerra. El encuentro, dadas también las dimensiones de El Olivar, fue vivo, y el balón iba de un lado a otro, anque tampoco con mucha precisión.
Diego Buitrago, objetivo de las provocaciones locales (existe la convicción en los rivales de que es un jugador al que hay que provocar porque contesta a todas) peleaba por cada balón, como siempre, y veía la amarilla. Aun así, fue un peligro constante por su pundonor.
El CD Piedrabuena apenas inquietó en la primera mitad, donde Astillero fue un mero espectador. Por su parte el Daimiel tuvo algún acercamiento, aunque fue en las faltas donde más peligro llevó. Siempre con
Diego Buitrago de protagonista en los remates.
Toni, del CD Piedrabuena, se tuvo que marchar antes de tiempo, en el minuto 37, por lesión.
Expulsión de Diego Buitrago y mejores minutos del Daimiel
Dado el conflictivo cariz que tomaba el partido, pensábamos que
Santi retiraría a
Diego Buitrago en el descanso. Además, era la quinta amarilla para
Diego Buitrago que ya no podría jugar en Malagón. No fue así, lo aguantó, y en los cinco minutos que estuvo en el rectángulo en la segunda parte, tuvo tiempo para protagonizar varias jugadas polémicas en las que se le reclamó la segunda amarilla. A la tercera,
Corredor Dotor no se lo pensó y mandaba al delantero a la caseta. Y es que a
Diego le tienen tomada la matrícula y no le perdonan una.
Pero lo que son las cosas. Una vez más la frase de
Helenio Herrera se cumplió. El Daimiel jugó mejor, controló el centro del campo e incluso amplió la diferencia. No se notó para nada la inferioridad numérica.
Juanda puso a prueba a
Pedro en una falta directa, pero sin duda el protagonista fue
Eduardo, que se olvidó de ataduras tácticas, cambió de banda las veces que quiso y se fue de los dos laterales,
Juli y
Cano, en varias ocasiones. En una de ellas hizo una gran pared con
Juanda que le dejó solo ante
Pedro. Estaba escorado, pero con gran calidad se la cruza por alto y establece el 0-2. El de Herencia lo celebró con mucha rabia, dado lo caliente que estaba siendo la contienda.
Todo estaba bajo control. El Daimiel parecía un equipo veterano y experimentado. Los jugadores con tarjeta aguantaban el temporal y
Santi empezaba a pensar en el partido ante el Atlético Teresiano. Nada hacía presagiar el follonero colofón que tendría el encuentro.
Párraga, antes del gol local, avisaba con un buen disparo desde fuera del área en el minuto 72. Se fue fuera por muy poco, pero era el primer disparo con intención del Piedrabuena.
El Piedrabuena acorta distancias... pero se queda con nueve
Los verdiblancos lo intentaban y tuvo que llegar el minuto 81 en una jugada por la banda izquierda del ataque local, llevada por
Marco, en la que los daimieleños se quedan pidiendo fuera de juego, logra centrar atrás para que llegue
Párraga y establezca el 1-2. Parecía que el Daimiel tendría que sufrir los ultimos minutos del partido. Además,
Manolo Fernández quemaba naves retirando al central
Pichu para meter al corpulento
Tati en la punta de lanza de cara a cazar algún balón envenenado.
Pero el Daimiel jugó con astucia los últimos minutos. Trato de jugarla siempre, de contemporizar y frenar el ritmo. Su mejor calidad técnica hizo el resto.
Párraga veía su segunda tarjeta amarilla en el minuto 83 (la primera la vio en el 75), sólo dos minutos después de su gol. Llegó tarde al corte. Entonces llegó la tranquilidad con igualdad de jugadores sobre el terreno de juego. Encima, sólo dos minutos después de la expulsión de
Párraga, llegaba la durísima entrada de
Marco sobre
Sergio que suponía su segunda tarjeta amarilla. En apenas cuatro minutos se pasó de la congoja de un 1-2 con superioridad numérica local, al alivio de la superioridad visitante.
Y aquí sí se noto, porque pese a que el CD Piedrabuena lo intentó todo con mucho corazón, el Daimiel pudo aprovechar los huecos que dejaban los locales para, a la contra, sentenciar. Así fue como llegó el tercero. Tras un córner en el descuento, en el que se volcaron casi todos los jugadores locales, se botó sin consecuencias negativas para el Daimiel, que despejó el esférico. La pelota le llegó a
Cala en la banda derecha, logró centrar, y en el área pequeña
Andrés fusilaba al meta. Apenas un minuto antes, la conexión entre estos dos exjuveniles no fue gol de milagro.
"Cacao maravillao" de Corredor Dotor
Raúl Martín no pudo reaparecer en el Daimiel porque, como hemos relatado, el asistente no le dejó entrar arguyendo que el Daimiel ya había hecho sus cinco cambios. Error muy lamentable del asistente que confundió un cambio del CD Piedrabuena y lo anotó como del Daimiel CF. Luego el colegiado se disculparía al entrenador y delegado blancos. En el acta de internet en la página de la Federación no se han subido ninguno de los cambios realizados en el partido.
Al final tres puntos muy importantes los conseguidos por el Daimiel, en un partido trabajado, enfollonado, con muchísimo oficio, y demostrando muy a las claras que este Daimiel no se arruga, entra al trapo aun en condiciones muy adversas, en un ambiente tremendamente hostil, y que va creciendo como equipo que quiere aspirar a todo esta temporada. De momento la primera salida de las tres consecutivas se ha saldado con victoria. Ya van cuatro consecutivas, siendo tres de ellas fuera de casa. En Malagón, el próximo domingo, habrá otra prueba de fuego.
FICHA TÉCNICA
1 CD PIEDRABUENA: Pedro, Juli (Edgar, min. 88), Cano, Pichu (Tati, min. 81), Richi, Róber, Toni (Párraga, min. 37), Sergio, Marco, Abdón (Alfonso, min. 51) y Óscar.
3 DAIMIEL: Astillero, Fernando, Moraga, Jaime Núñez, Diego Buitrago, Jesús (Martínez, min. 73), Eduardo (Sergio, min. 75), Francis (Cala, min. 89), Juanda (Andrés, min. 88), Ismael y Bernal.
ÁRBITRO: Corredor Dotor, asistido en las bandas por Céspedes Sierra y Rodríguez Aguado. Mal, aunque no se lo pusieron fácil los jugadores. Enseñó tarjetas amarillas por el CD Piedrabuena a Sergio, Richi, Cano, Pedro, Róber y el entrenador Manolo Fernández. Expulsó por doble cartulina amarilla a Párraga, minuto 83, y Marco, minuto 85. Por el Daimiel vieron amarilla Juanda, Jesús, Fernando y Sergio. Expulsó por doble amonestación a Diego Buitrago en el minuto 50.
GOLES:
0-1, minuto 8. Moraga.
0-2, minuto 65. Eduardo.
1-2, minuto 81. Párraga.
1-3, minuto 92. Andrés.
INCIDENCIAS: Campo de Fútbol de El Olivar. Unos 200 espectadores en tarde agradable con algunos seguidores del equipo daimieleño. Césped artificial en buen estado.
