martes, 16 de septiembre de 2014

Rubén Sobrino vuelve a sonreir en la Ponferradina


No hay mejor medicina para los delanteros que meter goles. Y si ese gol es como el que fabricó Rubén Sobrino el pasado sábado en Soria frente al Numancia, el efecto es exponencial. Después de un año prácticamente en blanco en el Castilla, las felicitaciones (más que merecidas) por el golazo que certificó la victoria de la Ponferradina han devuelto la sonrisa del delantero daimieleño. “Estoy contento con jugar algo más y sobre todo si puedo hacer goles como el de este sábado. Cuando tienes confianza, te salen mejor las cosas”, subrayaba este lunes en Radio Daimiel. Y eso, en el caso de Rubén, puede dar lugar a jugadas y goles de esa factura. En El Carmen, cuando jugaba en las Escuelas Deportivas Municipales, marcó muchos parecidos. Control, velocidad con espacios y definición. Pero ahora lo vuelto a hacer en Segunda División, es su primer gol, su tarjeta de visita en la categoría de plata. Antes, el miércoles, también metió en Copa del Rey. “A los delanteros nos hace falta marcar”, dice Sobrino, es un tópico sí; es la realidad, también.

A este éxito individual contribuye el gran arranque de pretemporada de la Ponferradina, en puestos de ascensos con tres victorias en cuatro partidos. Para este club “familiar” sólo tiene buenas palabras y aunque sabe que el objetivo es la permanencia, Sobrino dice que a él le gusta “pensar en grande” y cree que se puede “soñar con algo más”. “Es un equipo con gente experimentada, que tiene mucha intensidad”, resume el delantero daimieleño. En el banquillo cuenta con el aval de Manolo Díaz, que aunque en el Castilla pudo darle más cancha, durante el verano le insistió para que fichara por el equipo de Ponferradina.

De momento, a pesar de que está jugando, tiene que seguir peleando para entrar en el once titular. Es la consecuencia de incorporarse algo más tarde a la pretemporada de los leoneses, a cambio de “vivir la experiencia de estar con el primer equipo en Estados Unidos”. “Tuve la suerte de ir a Los Ángeles y de debutar con el primer equipo, fue una experiencia inolvidable”, recalca. Unos días donde compartió vestuario con Cristiano Ronaldo, “una persona muy humilde a pesar de lo que digan y que siempre está bromeando”, o con Sergio Ramos, que, ejerciendo de capitán, le tuvo que llamar al orden cuando elevó demasiado el tono jugando a la Play en la habitación de al lado. En esas partidas de FIFA compartía mandos con Isco y Carvajal, con los que habla a menudo y que también le felicitaron por el golazo del sábado. “Es un orgullo que dos grandes jugadores te feliciten por tu trabajo”, comenta. Quizá en unos años lo puedan hacer dentro del campo si Rubén sigue marcando tantos de esa calidad, el mejor de la temporada para los seguidores de “Partido a Partido” de Cuatro.

lacomarcadepuertollano.com

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