lunes, 26 de enero de 2015

Goleada inesperada (1-7)


Darío y Alberto Parras, entrenadores del Almagro y Ciudad Real respectivamente, que son, por este orden, los dos próximos rivales del Daimiel, se marcharían del Nuestra Señora del Carmen frotándose las manos ante el rival que se van a encontrar en breves fechas, el Daimiel RCF. En el caso del Almagro, incluso grabaron el partido en vídeo, con lo que probablemente Darío enseñará a sus jugadores todas las miserias que el Daimiel puso en liza sobre el tapete en el simulacro de partido ante el Talavera de la Reina.

El partido duró hasta el minuto 28, cuando Seco dejaba en evidencia a las dos torres blancas, Jony y Ricardo, para marcar un soberbio gol de cabeza a la salida de un córner. Era el 0-2, porque antes, a balón parado también, Pedro marcó de falta escorada con la típica rosca que hace dudar a defensa y portero, y acaba en el fondo de la portería.

Eso fue todo. Todo por parte del Daimiel, porque el Talavera dominó de cabo a rabo a un Daimiel que ya no sabía si ir o venir, pero al que les dieron todas. Si al Talavera le dejas el balón y le dejas jugar, lo más probable es que pase lo que pasó, que te hagan un siete, que pudo ser un ocho o un nueve a poco que las necesidades del guión, llamese golaverage, hubieran empujado a los blanquiazules a conseguir más. Pero los de Fran Alcoy, ya con siete en el zurrón, apenas apretaron el acelerador y se dedicaron a disfrutar del placentero sol matinal daimieleño... y de la ducha calentita posterior al partido.

El balón parado, una losa
La cruz, la inmensa cruz, fue el balón parado. No hay equipo que aguante que le hagan tres goles a balón parado. El 0-1, el 0-2, ya narrados y el 0-4, en una falta desde la línea de tres cuartos. A los 38 minutos ese 0-4 ya denotaba que lo que íbamos a seguir viendo eran minutos de la basura... para los blancos, claro, y un calvario-ridículo que había que soportar como fuere.

Sin quitar un ápice de mérito al Talavera de la Reina, equipazo con mayúsculas que llegó a Daimiel como mejor se puede respetar al rival, apretando los dientes y dejándose todo para la defensa de unos colores, muestra, insisto de respeto que el Talavera le tuvo al Daimiel, el 0-4 fue quizá demasiado contundente porque todo les fue dentro, salvo una ocasión de Murci. Todo les salió bien. El Daimiel sufrió una escandalosa goleada cuando parecía que llegaba en uno de los mejores momentos de la temporada. Así es el fútbol.

Lo más sintomático de cómo afrontó el Daimiel la segunda parte fue el quinto gol. Sacó el Daimiel de centro, robó rápido el Talavera y Murci la enchufaba. No habían pasado ni 20 segundos de la reanudación. Un desastre. El cambio de Ricardo por Aarón, tras el 0-5 pareció que señalaba a un culpable en la derrota, aunque luego Paco García-Moreno negó el extremo.


Un Daimiel muy desdibujado
No era el Daimiel aguerrido y luchador de otras tardes. Más bien un equipo que tuvo un miedo escénico atroz a las estrellas del Talavera. Sólo faltó pedir autógrafos. La indolencia fue tal, la falta de actitud por momentos, que con un 1-7 en el marcador sólo se mostraron dos tarjetas amarillas a los locales. No es que incitemos al juego sucio o violento, sino que es una muestra de la candidez con la que se mostró el Daimiel.

En fin, tampoco vamos a echar por tierra la temporada, que verdaderamente es buena, que está realizando el Daimiel. De hecho la afición blanca supo reconocer la enorme superioridad del Talavera y despidió con aplausos, y resignada, a ambos equipos. Cuando el resultado es el que es y con la autoridad que se consigue, sólo queda felicitar al rival. En el debe, el no haber sido fieles a la idea de conjunto de este equipo. Si el Daimiel baja el pistón, aunque sólo sea un 5% la capacidad del equipo se resiente. Esto es Tercera división y hay que luchar a tope los 38 partidos. Se puede perder, pero con la conciencia de que se ha dejado todo en el terreno de juego. Nadie regala nada, y si no que se lo pregunten al Marchamalo, que ha perdido su primer partido en casa ante La Gineta, 0-3, sí ese equipo "tan malo" que caía por 1-4 ante el Daimiel hace ocho días. Una lección de que nadie puede bajar los brazos nunca.

Toca levantarse y pensar ya en el Almagro. Más vale perder por 1-7 un partido que no por 1-0 siete partidos. La Liga del Daimiel se decide ahora, con Almagro, Ciudad Real, Gimnástico de Alcázar y Manzanares de forma consecutiva. Esa sí que es la Liga del Daimiel y ahí queremos ver a once futbolistas que se dejan la piel en la defensa de una camiseta.

FICHA TÉCNICA
1 DAIMIEL: Astillero, Fernando, Negrete, Jony, Ricardo (Aarón, min. 48), Javivi (Jesús, min. 55), Jona (Adri, min. 72), Wuy, Sergio, Francis y Párraga.

7 TALAVERA DE LA REINA: Machuca, Sergio Hernández, Óscar Prats (Óscar Cano, min. 48), Sergio Rodríguez, Seco, Durán, Pedro (Mena, min. 53), Gustavo, Murci, Jorge Beltrán y Héctor Camps (Rubén Rivera, min. 55).

ÁRBITRO: Toledo Galindo, asistido en las bandas por Cerdán Aguilar y García Alarcón. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Fernando y Wuy. Por el Talavera de la Reina la vio Óscar Prats.

GOLES:
0-1, minuto 18. Pedro.
0-2, minuto 28. Seco.
0-3, minuto 35. Héctor Camps.
0-4, minuto 38. Seco.
0-5, minuto 46. Murci.
0-6, minuto 53. Jorge Beltrán.
0-7, minuto 66. Jorge Beltrán.
1-7, minuto 74. Sergio.

INCIDENCIAS: Segundo partido que se jugaba en la matinal del domingo. Unos 300 espectadores. La barra funcionó a la perfección, con récord de recaudación según la directiva del Daimiel, por lo que, en ese aspecto, el horario del partido fue un éxito. Presencia en la grada de entrenadores y directivos de diferentes equipos, entre los que se encontraban Almagro (que grabó el partido), Ciudad Real, Almansa y Villarrubia.

LA FOTO DE LA AFICIÓN


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